Estampa histórica


El Cardenal Sancha nació en 1833, en el mismo año en que naciera Isabel II, que sería enseguida reina de España y murió en 1909, a los 76 años de edad, después de haber gobernado la Iglesia de Toledo más de diez años. Fue anteriormente Obispo de Ávila, de Madrid-Alcalá y Arzobispo de Valencia, vivió los años azarosos y turbulentos del siglo XIX. Le tocó vivir todo el reinado de Isabel II, las dos guerras carlistas, el reinado de Don Amadeo de Saboya, la proclamación de la I República española, la restauración del reino de Alfonso XII y la proclamación de Alfonso XIII.

Al trazar el marco histórico en que se desenvuelve su vida, hemos querido fijar también las peripecias políticas en cuyo desenvolvimiento jugó un papel comprometido de protagonista, dejando siempre el mejor recuerdo para salvar las situaciones de la pervivencia de la Iglesia española en todo el mundo.

Quiero principalmente llamar la atención sobre su actuación en los primeros momentos del nacimiento de la Acción Católica española.

El movimiento dirigido para buscar la unión de los católicas españoles, que el Cardenal Sancha fomentó con todo empeño, desunidos como consecuencia de las guerras carlistas y cuyas disensiones tanto daño producían al catolicismo, al que debilitaban profundamente e impedían la restauración eficaz contra las hostilidades de que venía siendo víctima.

Presidió en Madrid un Congreso Católico Nacional en 1889. Se nombró una Junta Central, de la que ejerció una función directiva el gran católico Marqués de Comillas, don Claudio López, quien durante treinta y un años ejerció su cargo. Al poco tiempo se constituyó como parte de la Junta nacional el Consejo Nacional de Corporaciones Católico-Obreras ejerciendo su actuación por medio de dos organismos: la Conferencia Nacional Católico-Agraria y la Confederación de Obreros Católicos.

El Romano Pontífice León XIII en 1903 encargó al Cardenal Sancha la dirección de todos los trabajos conducentes a la concordia entre los católicos españoles y Acción Católica, quedando con ello vinculado al Cardenal Primado el cargo de Director Pontificio de Acción Católica.

Generalmente los recuerdos que se propagan sobre la actuación apostólica del Cardenal Sancha quedan reducidos en muchas ocasiones a chispeantes anécdotas, muy en consonancia con su temperamento jovial y se silencian sus gigantescas empresas en pro de la restauración del catolicismo en nuestra Patria y en una de ellas me he querido ahora para que se pueda valorar la trascendencia de su actividad apostólica y pastoral.

D. Juan-Francisco Rivera Recio
Fue canónigo-archivero de la S.I.C.P.

Boletín Informativo de la Causa de Canonización - septiembre de 1984