Los desvelos de un padre ...

Algunas cartas que escribe a una Madre Superiora desde Cuba : 

Sor Nieves Ricardo

Jesús sea en su alma.-

Mi carísima  y estimadísima hija: he recibido su atenta carta fecha 10 de Febrero por la que veo se halla U. muy contenta  en ese Asilo de Sn. Juan Nepomuceno, pues si bien es más reducido que el otro de Sta. María, ofrece la ventaja de que no tienen U. que pagar alquiler. Sea Dios bendito para siempre,  y no cesaremos de darle humildes gracias por la infinita misericordia con que atiende a los pobres.

Me alegro que llegara a su poder la cajita, y cuando me escriba dígame si en ella iban tres cilicios, y a qué hermanas los ha dado, pero esto dígamelo reservado, y que sólo lo sepa Sor Leticia.  Procure U. también que ésta sola sea la que lea a U. mis cartas y luego sólo digan a las Hermanas aquellas cosas que convengan y nada más, pues sabe U. que conviene que en toda comunidad haya cierta reserva para que esté bien gobernada.

Según lo que Ud. me dice están las Hermanas con alguna estrechez. Yo no recuerdo bien todas las habitaciones de ese Asilo, y cuando yo vaya ya veré como las proporciono alguna más de las que tienen. Me acuerdo que a la derecha de la entrada principal del Asilo había una sala grande donde estaba la Capilla.  Sacando el altar un poco más pudiera acaso dejarse detrás de él una pequeña habitación para comedor.  A la izquierda  había otra sala grande que es donde ahora tienen el dormitorio las Hermanas y las niñas.  Al lado de la cocina hay dos cuartos, y al lado que está junto al Carmen hay alguna habitación pequeña. El patio es cuadrado y grande y tiene un excelente algibe.  Todo eso recuerdo de ese Asilo en donde no estuve más que una sola vez.

Respecto del orden que siguen las niñas me parece bien.  Sólo que vendría mejor que ellas comieran y cenaran a la misma hora que las Hermanas para que así no se empleara tanto tiempo, y así mismo convendría que la recreación de las Niñas fuera también a la misma hora que las Hermanas, pero sobre todo lo dejo a la prudencia de ud. que puede ver lo que es más ventajoso.

Recomiende a las Hermanas que eviten la familiaridad con las niñas y el hablar o reír delante de ellas y ocuparse de cosas de la comunidad y de los externos. Me  parece poco un cuarto de hora para que las niñas las vean sus familias y pudiera ponerse una hora.  Pueden ir las niñas a visitar la Iglesia la Semana Santa, y también pedir un par de Hermanas y dos niñas a la puerta de la Iglesias principales, pero teniendo mucho cuidado para evitar algún peligro y que estén más que hasta las ocho de la noche. Los vestidos de las niñas que sean obscuros y largos, y no las pongan ninguna cosa de lujo. Para la cabeza pueden llevar velo blanco de tela o de tul.

Si Don Antonio González no tiene proporción de encargar la tela de hábitos hable Ud. con las señoritas Pichardo, o con otras personas que tienen familia en la Habana y hacen el encargo por medio de ellas, dándolas muestra de la tela y el precio de cada pieza y la calle y comercio donde puedan encontrarla.

He recibido la carta de Sor Leticia, de Sor Belén y de Sor Ángela y hoy no tengo tiempo de contestarlas. Lo haré otro día.

Las Hermanitas de San José están muy contentas, porque ahora tienen misa cantada todos los días y se preparan para celebrar el septenario y fiesta del Santo Patriarca, con globos, cohetes, sermones y otras cosas piadosas. Rifan un bonito cuadro de corazón de Jesús que ha bordado Sor Dolores.  Tienen 21 niñas y nueve pobres, y luego la portera, Josefa Encarnación. Marina fue a La Habana para conseguir su libertad.

Adiós, adiós, adiós. Envía la bendición para Ud. y para todas esas Hermanas pobres, su Padre.

Cuba, 3 de marzo 1872

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Sor Nieves Ricardo

Jesús sea en su alma.-

Mi carísima Madre Superiora: Ya he sabido por Don Mariano Ciaurrir que está Ud. bien y también las demás Hermanas, de lo que me alegro mucho, y espero que con la gracia de Dios cuidará U. con santa solicitud de los pobres, de las Hermanas y de todas las cosas de ese Asilo.

Los días de fiesta deben ocuparles en lo que manda la Santa Regla y en los demás días han de procurar no perder tiempo.  Las Hermanas que salgan a pedir la limosna que no vayan más que por las calles y a las casa que U. las mande; que lleven la vista baja, que no se separen una de otra, que no pasen de la puerta, aun que las ofrezcan muchas dar mucha limosna si entran dentro, porque mejor es que guarden su alma que no la pongan en peligro de pecado, por un donativo que las ofrezcan; que cuando regresen al asilo la den a Ud. cuenta de si han tenido alguna novedad; que no hablen en la calle con personas de diferentes sexo, y que tampoco admitan hombres de visita en el asilo, aunque sean Sacerdotes, y si alguna vez llegara a ir alguno, que estén dos Hermanas a los balcones, ni reciban ni den cosa alguna a los de fuera sin permiso de U.; que pidan a U. el consejo todos los meses y hagan conferencia el último viernes; que guarden todas el santo silencio y que en la recreación no den gritos ni tengan conversaciones profanas, ni tampoco cuenten lo que han visto, o han oído en la calle, sin permiso de Ud.; que Sor Belén y So Sacramento mortifiquen  su genio y no se molesten con tanta frecuencia como lo hacen; que Sor Piedad no se ría tanto y mucho menos delante de la gente; que Sor Carmen sea más sufrida y no se rasque las manos, porque luego se la ponen malas y no puede adquirir méritos para el cielo en el servicio de los pobres y que Sor María sea muy fervorosa y pida por todas las Hermanas de la Congregación.

Los días 5, 15 y 25 de cada mes sale el vapor Nuestra vitas para esta ciudad, y puede U. escribirme un día antes para que llegue su carta a tiempo.

Diga U. al Sr. Vicario Dn. Ceferino Silva que no me envíe la tela que ha tenido hasta que yo le avise, pero puede entregarla, si le parece, en ese Asilo.

Ninguna de Udes. ha dado los días a Sor Rosario, que fueron el domingo pasado.

Todas las Hermanas de este Asilo siguen bien y muy contentas. Sor Concepción está mejor de su espíritu y pide a Ud. a las Hermanas perdón de los malos ejemplos que las ha dado mientras ha estado ahí. Sor Merced está bien y muy contenta conforme en todo lo que se la manda.

Cuando vaya el Padre Barranda llevará algunas Hermanas a ese Asilo, porque son Udes. Pocas. Será a fines de este mes.

Salude Ud. a todos los pobres de mi parte y que les bese la mano por mí Sor Sacramento y Sor Belén, menos a los hombres, reciban todas las Hermanas la bendición que las envía su padre y este miserable pecador,
Ciriaco Sancha

Cuba, 13 de octubre de 1872



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Sor Nieves Ricardo

Jesús sea en su alma.-

Carísima Hija, He recibido con mucha alegría su atenta carta por lo que veo que tanto U. como todas esas Hermanas se hallan buenas, gracias a Dios.

Merece mi aprobación el que se tome Ud. cuidado para que los balcones y ventanas de ese Asilo estén poco tiempo abiertos y encargue de mi parte a las Hermanas que tengan un santo temor de Dios y que durante el día guarden mucho silencio y recogimiento, y además que estén con modestia en el refectorio, en la Capilla, en la calle y en todos los actos de comunidad.  Dígales también que se tengan mucha caridad unas con otras y que no anden con chisme, ni cuentos, sino que al contrario cubran con el velo de la misericordia los defectos de unas y otras; que cuando salgan a la calle pidan a Ud. antes la bendición y cuando regresen al Asilo la den cuenta de si las han ocurrido alguna cosa, y que no vayan más que por lugares y a las casa que U. las designe.

El lunes próximo mataremos en este Asilo de San José un machito que tenemos muy gordito y que le arrastra la barriga. Las Hermanas harán morcillas y chorizos y chicharrones, y para que Udes. No tengan envidia ya le mandarán algo para que lo prueben y lo llevarán las dos Hermanas que saldrán  de aquí para esa el día 3 de noviembre en el vapor Cuba acompañadas del Padre Baresada.

Sor Concepción y Sor Merced están bien y contentas y en las demás Hermanas no hay novedad, pues Sor Soledad que ha estado ayer en cama ya está mejor gracias a Dios.

Cuiden mucho de los pobres y miren en ellos  la persona de Nuestro Señor Jesucristo, por cuyo amor debemos hacerlo todo.

Tenemos en este Asilo un cuadro muy bonito y muy grande Sn José, la Virgen y el Niño y también un Sn. Vicente Ferrer tan alto  como Sor maría y tan gordo como Sor Sacramento y tan risueño como Sor Piedad.

Rece U. por mí una salve a la Virgen tan hermosa que las ha traído el Sr. Vicario y ya veo que las Hermanas están muy contentas con ella.

Expresiones al Sr. Dn. José Cedano, a su Sra. Y a las niñas.

Envío la bendición para U., para Sor María y para todas las Hermanas, y encomienden a Dios a este miserable pecador,

Ciriaco Sancha

Cuba, 25 de octubre 1872

Diga a Sor Carmen que la voy a enviar alguna penitencia si por su culpa se la ponen malas las manos.