Flores frescas desde hace 25 años...

¡GRACIAS!, amigo fuerte de Dios, amigo fiel de mi alma, 
por estos 25 años acompañando mi caminar.

Gracias por tu sonrisa, tu penetrante mirada, 
tu eterna escucha, tu "siempre estar".

Gracias por aquel primer gran milagro,
y por tantos otros, incontables, que vinieron detrás...

Prosigamos juntos el camino; 
de tu mano, con los tuyos, al Paraíso me conducirás.



(25 octubre 1992 - 25 octubre 2017)


Yo sé que estás conmigo, porque todas
las cosas se me han vuelto claridad:
porque tengo la sed y el agua juntas
en el jardín de mi sereno afán.

Yo sé que estás conmigo, porque he visto
en las cosas tu sombra, que es la paz;
Y se me han aclarado las razones
de los hechos humildes, y el andar
por el camino blanco, se me ha hecho
un ejercicio de felicidad.

No he sido arrebatada sobre nubes
ni he sentido tu voz, ni me he salido
del prado verde donde suelo andar…
¡otra vez, como ayer, te he conocido
por la manera de partir el pan!