Concierto de acogida de peregrinos


Banda Primitiva de Alcoy

Ángela Carrasco













La dominicana Angela Carrasco recordará la presencia en el Nuevo Mundo del Cardenal Sancha y junto a la Corporación Musical Primitiva de Alcoi configurarán el concierto de acogida de peregrinos el próximo sábado en Toledo

Habrá una actuación musical previa a la prevista de la Corporación Musical Primitiva de Alcoi en el concierto del próximo sábado en Toledo. Se trata de la dominicana Ángela Carrasco que cantará fragmentos del Jesucristo Superstar. Así mismo, Mª Angeles Fernández de RTVE, conducirá el acto.

El Arzobispado de Toledo, ha informado que a tenor de la previsión meteorológíca el acto de acogida y concierto inicialmente programados en el Hospital de Tavera a las 18 h. del sábado se trasladarán en el mismo horario al Salón de Actos del Colegio de las Carmelitas.

El director de la Corporación Musical Primitiva, Àngel Lluís Ferrando, ha incluído en el programa obras de Wagner y Juan Cantó -autores que ya estuvieron presentes en el concierto de 1893 ante el entonces arzobispo de Valencia, Mons. Sancha- junto al pasodoble "Musical Apolo" de Amando Blanquer.

Por otra parte, "Valencia-Alcoy" de Julio Laporta Hellín ha sido el pasodoble escogido para el pasacalle previo a la celebración litúrgica con el que la banda alcoyana recorrerá la ciudad histórica -patrimonio de la humanidad- a partir de las ocho de la mañana del domingo.

***********

PROGRAMA DEL CONCIERTO :

Musical Apolo, pasodoble .......................................... A. Blanquer

El ocaso de los dioses – marcha fúnebre de Sigfrido..... R. Wagner

Parsifal – preludio ......................................................... R. Wagner

Andante y polonesa ........................................................... J. Cantó


Pinche aquí para escuchar

"Andante y Polonesa" de Juan Cantó 

(2ª parte)

Pinche aquí para escuchar

 "Andante y Polonesa" de Juan Cantó 

  (1ª parte)















Fundada en 1830 con secciones de Música, Orquesta y Capilla, la Corporación Musical Primitiva de Alcoy hunde sus raíces en los albores del siglo XIX fundiéndose con la industrialización, un proceso que hizo de Alcoy la cuna valenciana de la revolución industrial y a sus obreros pioneros en organizarse. Ciudad que fue la sede de la Primera Internacional de los Trabajadores en España y el lugar donde se creó el primer Círculo Católico de Obreros.

En julio de 1873 las lamentables condiciones de vida de los obreros llevaron a una huelga revolucionaria que desató la “Revolución del Petróleo” poniendo a la ciudad a la cabeza de los conflictos sociales de la época. Tras éstos acontecimientos, Alcoy asistió a la fundación de muchas instituciones de carácter recreativo, artístico, instructivo, benéfico y asistencial. Es en éste marco cuando, en 1875 y a partir de La Primitiva, se creó el Centro Instructivo Musical Apolo, sociedad que ha pervivido hasta nuestros días poniendo especial empeño en la formación musical.

Amando Blanquer Ponsoda, dedicaba su pasodoble “Musical Apolo” a la sociedad que ha ofrecido a lo largo de los años el ambiente adecuado para la formación de innumerables músicos, él mismo fue buen ejemplo de ello. Autor reconocido universalmente por su contribución a la música para banda sinfónica, ha cultivado todos los géneros: orquesta, piano, música vocal, etc. Aunque quizás los alcoyanos aprecien especialmente su “Missa a Sant Jordi”. Ese legendario santo-guerrero, patrón de la ciudad, que tan bien representa la lucha contra las adversidades. Blanquer murió en julio de 2005 a los 70 años.

Algún tiempo atrás, la sociedad musical en la que nació al arte, rotulaba con su nombre la academia de instrucción musical, aquélla organizada en 1875, que tras su reconocimiento oficial pasó a llamarse Escuela de Música “Amando Blanquer”, el lugar donde han iniciado su formación la práctica totalidad de los componentes de la Corporación Musical Primitiva a día de hoy. Veinte años después de “El Petróleo”, en julio de 1893, la Primitiva de Alcoy ofrecía un concierto a Mons. Sancha. aprovechando que la banda participaba en el certamen musical de aquél año.

La música de Wagner ya estuvo presente en aquél programa interpretado en el patio del palacio coincidiendo con la primera Feria de Julio que nuestro beato vivió tras ocupar la sede valentina. Wilheim Richard Wagner nacido en Leipzig en 1813 moría diez años antes de que La Primitiva visitara el palacio arzobispal de Valencia. Autor especialmente conocido por sus óperas inspiradas en la mitología germánica, su vida representa muy bien las turbulencias ideológicas de la atormentada Europa del siglo XIX en la que vivió.

Cuando la música de Wagner suena, las tinieblas se apartan y se hace la luz. Sus lineas melódicas surgen de lo más íntimo del hombre con voluntad de alcanzar el cielo. Luz y tinieblas, hombres pequeños ante formidables adversidades cuyos esfuerzos se centran en alcanzar lo que parece imposible. Poético paralelismo con la vida de aquél humilde labrador llamado Ciríaco Sancha que hoy nos contempla desde el cielo.

La banda interpretará la marcha fúnebre de Sigfrido de la ópera conocida en castellano como “El ocaso de los dioses” la última de las cuatro que forman la tetralogía “El anillo del nibelungo”, pero que mejor se puede traducir como “la caída de los dioses” y en la que Wagner narra la historia de cómo el anillo maldito hecho con oro robado al Rhin por el nibelungo Alberich, causa la muerte de Sigfrido -esposo de la valkirya Brunilda- y la destrucción del Valhalla, la morada de Wotan (Odín). También se podrá escuchar el preludio de Parsifal, el caballero de la corte del rey Arturo que sale en busca del Santo Grial.

La idea nació, según cuenta el propio autor, el viernes santo de 1857 y la ópera, tras una larguísima gestación, se estrenó 25 años más tarde. Incorpora como tema el conocido “Amén de Dresde”: una secuencia de seis notas característica de la liturgia en la Sajonia de inicios del XIX. Aunque el nazismo quiso apropiarse de su música, y no pocos le han propuesto como paradigma del paganismo e incluso atribuído ideas racistas; lo cierto es que a pesar de sus ambigüedades -forzadas en parte por su niñez sin padre y su vida a camino entre Alemania, Francia y Suiza-, se sabe que su cristianismo desilusionó a Nietzsche y que en sus escritos se refería a la religión como fundamento de «la propia dignidad humana», o como «la fuente de todo arte».

Juan Cantó contaba 37 años cuando, al frente de La Primitiva, conoció a mons. Sancha en 1893. Era el hijo del fundador de aquélla corporación -formada en su mayoría por obreros-, y trabajaba como profesor de armonía en el Real Conservatorio de Madrid. Precisamente la Villa y Corte le ofreció la inspiración para componer su “Andante y Polonesa”, escrita originalmente para orquesta en 1885 y estrenada el mismo año en el Teatro Real de Madrid por la orquesta que dirigía Francisco Asenjo Barbieri.

Un espléndido movimiento maestoso tras el tiempo de polaka pone punto y final a la que se considera obra cumbre del compositor alcoyano y que actualmente sigue presente con distintas instrumentaciones en el repertorio de las bandas europeas. Pieza que mereció los elogios de la crítica del momento y que debió escuchar el Cardenal Sancha bajo la batuta del propio autor. Música para una velada en recuerdo de aquella de julio de 1893.

Caminos que se cruzan, luces que vencen a las tinieblas, música que surge del corazón para explicar lo que resulta imposible con palabras. Turbulenta historia decimonónica puesta en solfa en un intento de alcanzar lo inalcanzable. Música, en definitiva, para mirar al cielo.

Jaume J. Ferrando