Toledo, 18 de octubre de 2013 - 11:00 - Capilla de San Pedro (Catedral de Toledo) |
La imagen está tomada durante la celebración eucarística de esta mañana
en acción de gracias por el IV aniversario de la beatificación del cardenal Sancha.
¡¡SANTO SÚBITO!!
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En este día en que estamos celebrando el IV aniversario de la
beatificación del cardenal Sancha, hemos celebrado la Santa Misa en Acción de
Gracias por este inmenso regalo concedido por el Santo Padre a la Iglesia
universal el 18 de octubre de 2009, al contarlo desde entonces entre los
beatos.
La celebración ha tenido lugar esta mañana en la capilla de San
Pedro de la catedral de Toledo y ha estado presidida por su deán, don Juan Sánchez, que ha concelebrado con algunos sacerdotes
vinculados a la Causa, como don Clemente Felipe Alcón, párroco de Valmojado, don
José María Ruiz, monje benedictino de Montserrat y don Carlos Miguel García
Nieto, biógrafo del beato.
Han asistido sus fieles devotos y una representación de algunas
comunidades religiosas como las Damas
Catequistas, las Siervas de María y las Hermanas de la Caridad del Cardenal
Sancha.
Don Carlos Miguel ha comenzado la celebración recordando a Fabiola, Catequista
Sopeña fallecida el 29 de septiembre y estrechamente vinculada a la Causa a
través de su trabajo incondicional y generoso tanto en los actos de celebración
del Centenario de la muerte del beato como en los posteriores de su
beatificación. También ha querido tener un recuerdo especial en este día para las hermanas
trapenses del Monasterio de Alloz (Navarra) –fundadas por él en 1884- que se
han unido espiritualmente a la celebración y que este domingo celebrarán el
Centenario de la fundación de esta casa y darán comienzo a diversos actos con
motivo del Año Centenario.
En la homilía, don Juan ha
asegurado que “estamos aquí porque hoy
es un día de acción de gracias” y ha destacado la
importancia de la figura del Beato para el pueblo toledano, que “ha acudido
fielmente desde hace más de cien años a su tumba, siempre adornada con flores
frescas de personas devotas”. Ha resaltado su personalidad entrañable, humilde
y generosa hasta el final, que tanto interpelaba al pueblo toledano, “al ver a
un cardenal arzobispo primado acudir a los barrios más pobres de la ciudad, en
pleno invierno y nevando a repartir mantas, víveres y donativos para los que
más lo necesitaban, aún estando enfermo con una pulmonía que le llevaría a la
muerte por esos actos heroicos de caridad”.
Asimismo
ha destacado la actualidad del testimonio del beato, ya que él “nos hace hoy una
invitación a todos, mostrándonos que el camino más cercano para seguir a Jesús
es un amor preferencial por los pobres. Esta es una actitud en perfecta
sintonía con el camino que hoy nos está indicando el papa Francisco en
repetidas ocasiones, en este momento en que hay una crisis de falta de entrega
al prójimo”.
Por
último ha concluído su homilía pidiendo la intercesión del beato para “que esta
sea la inquietud última de nuestro corazón: amor a Dios y al prójimo para ser
auténticos cristianos católicos, de cuerpo entero, para servir a Dios y a la
Iglesia”.