Obispo auxiliar Madrid-Alcalá (1886-1892)

Promovido en octubre de 1884 para ser el primer Obispo de Madrid‐Alcalá, la Santa Sede contemplaba en él no sólo su fuerte adhesión al Santo Padre, sino también su agudeza de mente y la constancia en llevar a cabo sus proyectos. Cualidades todas ellas muy importantes para levantar una diócesis naciente y con problemas difíciles de resolver. Pero la oposición enconada de un ministro –agraviado por la libertad de espíritu con que don Ciriaco María denunció el discurso de Morayta en la Universidad Central– aconsejó a la Santa Sede poner su mirada en otro candidato.

Sin embargo, el asesinato en la puerta de la catedral, de don Narciso Martínez Izquierdo, primer Obispo de Madrid‐Alcalá, obligó a un cambio de planes: La reina María Cristina lo propone para la archidiócesis de Santiago de Compostela, pero don Ciriaco María acepta en circunstancias sumamente difíciles esta sede recién creada renunciando a la de Santiago, sede que conllevaría un seguro título cardenalicio. La Santa Sede lo preconizó el 10 de abril de 1886.

El 8 de septiembre de 1886 haría su entrada solemne en la capital. Lo primero que ocupó su empeño en la Diócesis de Madrid‐Alcalá fue la reforma de un clero de aluvión que, procedente de toda España, en la Villa y Corte se sentía libre del control de sus Obispos de origen.
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En su labor pastoral y social Mons. Sancha, en sintonía con el Romano Pontífice, puntualiza criterios de realidades sociales ante la pluralidad de fórmulas novedosas sobre cuestiones laborales que surgen. Los métodos de producción son poco factibles para la clase obrera y provocan posturas de enfrentamiento al exigirse un trabajo con menos inseguridad y mayor retribución.
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Su lucha por la justicia social y los derechos humanos, su apertura a las justas exigencias del mundo en el campo del trabajo laboral, su mente realista y amplia… le llevan a preparar un congreso en Madrid. Su impulsor fue Su Santidad León XIII y el 24 de Abril de 1889 dio inicio el primer congreso católico Nacional.
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Los actos conmemorativos para festejar el jubileo sacerdotal del Papa León XIII empezaron a dar las primeras pruebas de un talento organizador que le seguiría a lo largo de todo su ministerio como Obispo. Sensible a la preocupación eclesial y social del Papa, se situó en primera línea entre los Obispos por su visión de la realidad española.

Realizó trámites para la obtención de los terrenos y recursos económicos suficientes para la construcción de un Seminario para la diócesis, fomentando el acceso de los pobres a la carrera eclesiástica, ya que para él la formación doctrinal y moral de los sacerdotes era sumamente importante. El 24 de febrero de 1891 inició la obra del Seminario Conciliar, en la calle Cisne nº 20.

Catedral de Sta. Mª la Real de la Almudena

Iglesia de la Santa Cruz





















Otra de las obras fue la prosecución de las obras de la catedral de la Almudena (en imagen). Durante su pontificado se erigieron y repararon numeros templos importantes como el de Nuestra Señora de los Angeles o de la Santa Cruz (en imagen). El número de parroquias que se encontró a su llegada a la capital fue de veinte; treinta dejó a su salida de la misma.

También intervino en la fundación de varias órdenes religiosas (Trinitarias, Esclavas del Santísimo Corazón de Jesús, Damas Catequistas, Siervas de María, Religiosas de María Inmaculada...) y la Sociedad de la Buena Prensa.