Superada aquella situación, y ya liberado de la cárcel, en reconocimiento a su fidelidad a la Iglesia, el P. Sancha fue propuesto y preconizado para el episcopado. El 28 de enero de 1876 recibió una comunicación de la Santa Sede para regresar a España con el nombramiento de Obispo auxiliar de Toledo con residencia en Madrid.
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El 13 de marzo de 1876 recibía la consagración episcopal de manos del Arzobispo de Toledo, don Juan Ignacio Moreno, como Obispo auxiliar de la Diócesis primada, en la colegiata de San Isidro de la Capital de España, con el título de Areópolis "In partibus infidelium" y el nombramiento de Visitador y Superintendente General para los conventos de Religiosas.
Su ardiente devoción a la madre de Dios quiso ser consagrado añadiendo a su nombre de Ciriaco el de María por lo que se le conocería a partir de entonces como "Ciriaco María".
(en imagen la Virgen de los Olmos, Patrona de Quintana del Pidio,
su primera escuela de amor a la Señora)
