Seminario de Osma-Soria |
Ninguno de los biógrafos del Siervo de Dios ha encontrado motivos especiales en su decisión de hacerse sacerdote. En los viejos pueblos castellanos todas las familias querían tener un hijo sacerdote, un religioso o una religiosa. No olvidemos que en aquella época, según Isidoro García Herrera, primer biógrafo del Cardenal, la provincia de Burgos daba por año un promedio de mil quinientas o dos mil vocaciones a la Iglesia.
El tribunal de admisión examinó los documentos personales e informes de los estudios ya realizados y lo consideró apto para ingresar en el único curso de filosofía de la carrera breve o abreviada. Al finalizar el curso escolar, en junio de 1853, se presentó a examen y obtuvo la calificación de “benemeritus”.
En el curso siguiente (1853‐1854) hizo el primero de teología que superó con la calificación de “meritissimus”.
Apenas iniciado este curso, el 6 de noviembre de 1853, Fray Vicente Horcos de Sanmartín, obispo de la diócesis de Burgo de Osma, le confiere la primera tonsura clerical, por la que oficialmente entraba en el mundo de los clérigos.
Al año siguiente, en el curso académico de 1854‐1855, según consta en el libro de matrículas y calificaciones del Seminario, cursó como alumno interno segundo de teología, aunque no sabemos la calificación obtenida en los exámenes de junio, pues no consta en ninguno de los libros. Podemos suponer que, al igual que el año anterior y al igual que los sucesivos, obtendría la calificación final de “meritissimus”.
El tribunal de admisión examinó los documentos personales e informes de los estudios ya realizados y lo consideró apto para ingresar en el único curso de filosofía de la carrera breve o abreviada. Al finalizar el curso escolar, en junio de 1853, se presentó a examen y obtuvo la calificación de “benemeritus”.
En el curso siguiente (1853‐1854) hizo el primero de teología que superó con la calificación de “meritissimus”.
Apenas iniciado este curso, el 6 de noviembre de 1853, Fray Vicente Horcos de Sanmartín, obispo de la diócesis de Burgo de Osma, le confiere la primera tonsura clerical, por la que oficialmente entraba en el mundo de los clérigos.
Al año siguiente, en el curso académico de 1854‐1855, según consta en el libro de matrículas y calificaciones del Seminario, cursó como alumno interno segundo de teología, aunque no sabemos la calificación obtenida en los exámenes de junio, pues no consta en ninguno de los libros. Podemos suponer que, al igual que el año anterior y al igual que los sucesivos, obtendría la calificación final de “meritissimus”.
Aunque iniciado en la carrera breve, “su personalidad, juntamente con su comportamiento” llamó muy pronto la atención de los profesores y del Sr. Obispo, quienes, además de becarle, le aconsejaron ampliar los estudios matriculándose entre los alumnos que cursaban la carrera completa. Así, fue admitido en la Universidad Pontificia de Salamanca en septiembre de 1856, donde se graduó en Teología, completando su preparación con algunos estudios realizados privadamente.
Ciriaco va avanzando en su preparación para el sacerdocio. Así, recibe las órdenes menores y el subdiaconado, en la capilla del palacio episcopal, en las témporas de la Santísima Trinidad, celebradas el 5 y 6 de junio de 1857.
En el curso académico siguiente, 1857‐1858, comenzó a ejercer la docencia en el Seminario, como profesor de Humanidades: latín, religión e historia; al mismo tiempo estudiaba, como alumno interno, el tercero de filosofía, aprobándola a final de curso, nuevamente, con la calificación de “meritissimus”.
Antes de finalizar este curso, en el que Ciriaco era alumno y ‐a la vez‐ profesor del Seminario, y después de haber completado los estudios referidos a la carrera breve, hizo la solicitud para la admisión al presbiterado. El Obispo lo admite para las órdenes mayores que se habían de celebrar en las témporas de Cuaresma del año siguiente.
El 27 de febrero de 1858 es ordenado sacerdote en la capilla del palacio episcopal del Burgo de Osma. El 4 de marzo de este mismo año canta su primera misa en su pueblo natal, Quintana del Pidio.
Ciriaco va avanzando en su preparación para el sacerdocio. Así, recibe las órdenes menores y el subdiaconado, en la capilla del palacio episcopal, en las témporas de la Santísima Trinidad, celebradas el 5 y 6 de junio de 1857.
En el curso académico siguiente, 1857‐1858, comenzó a ejercer la docencia en el Seminario, como profesor de Humanidades: latín, religión e historia; al mismo tiempo estudiaba, como alumno interno, el tercero de filosofía, aprobándola a final de curso, nuevamente, con la calificación de “meritissimus”.
Antes de finalizar este curso, en el que Ciriaco era alumno y ‐a la vez‐ profesor del Seminario, y después de haber completado los estudios referidos a la carrera breve, hizo la solicitud para la admisión al presbiterado. El Obispo lo admite para las órdenes mayores que se habían de celebrar en las témporas de Cuaresma del año siguiente.
El 27 de febrero de 1858 es ordenado sacerdote en la capilla del palacio episcopal del Burgo de Osma. El 4 de marzo de este mismo año canta su primera misa en su pueblo natal, Quintana del Pidio.
Iglesia de Quintana del Pidio (Burgos) |
Palacio episcopal (El Burgo de Osma) |